El termoformado es, en general, un proceso productivo que consiste en calentar una lámina de plástico, para que al reblandecerse puede adaptarse a la forma de un molde por acción de presión, vacío u otros métodos.
Se emplea principalmente con materiales como PP, PE, PS, PET, PVC, PLA, entre otros. Esta tecnología se especializa en la producción de todo tipo de envases para la industria alimentaria (vasos de yogur, hueveras, tarrinas individuales de mantequilla/mermelada, etc.), productos con orificios (como pueden ser macetas), o diversos recipientes de plástico (blísters para electrónica, empaques transparentes, etc).
A nivel industrial, los equipos constan de distintas estaciones en cada una de las cuales se realiza una operación sobre el material, que va pasando de forma continua.
Suministro de lámina, que surte de material al resto de estaciones.
Calefactado, que calienta el semielaborado hasta la temperatura adecuada.
Estación de formado, da forma a la lámina.
Estación de perforado, si hiciera falta como en el caso de macetas o envases para dejar escapar el vapor.
Estación de troquelado, elimina el material sobrante y recoge el desperdicio.
Estación de apilado, recoge las piezas conformadas.
Recientes avances en materia de termoformado han logrado procesar de esta manera fibra de papel (pulpa) para producir envases de grado alimentario o empaques de celulosa en muy alta calidad.
En este caso el proceso productivo de los empaques de celulosa es diferente que el de los envases plásticos, ya que requiere de la preparación de las fibras, formado, y prensado en caliente para quitar el agua y reducir la humedad.
PET Packaging Network (PPN), a través de alianzas con fabricantes asiáticos puede proveer equipos de termoformado, ya sea para plásticos o pulpa de celulosa, que se adecuan a altísimos estándares de fabricación europeos y japoneses.
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